FRANCESCO –UNA VIDA ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA.

YOHANA GARCÍA

Francesco, un hombre que se va al cielo y descubre  gracias a los maestros cómo tendría que haber actuado para disfrutar cada instante de su vida, conseguir lo que uno desea y lograr el bienestar.

Al llegar al cielo sentía que una brisa lo refrescaba
conociendo en el cielo a un ángel llamado Ariel.

El le presento a muchos maestros que serian los que lo guiarían y le enseñarían: como debió haber realizado sus sueños, y que para
lograrlos tenía que soñarlos y luchar con muchas ganas hasta alcanzarlos, superar sus miedos, diciéndole que los
miedos se dividían en buenos y malos. Los miedos buenos son los que te impiden
que hagas algo que te afecte y los miedos malos son los que te paralizan y no te
dejan hacer cosas, le enseñaron a dejar el equipaje. El equipaje
significaba sus recuerdos y que tenía que olvidarlos aunque sean buenos o malos
por que los dos pesan y tenía que hacer su existencia más ligera, sobre la religión en la que le contaron una
historia, en la cual cada persona es lo que piensa, si las personas piensan
cosas buenas van a ser cosas buenas y si piensa cosas malas van a hacer cosas
malas.
Transcurriendo los días le enseñaron su jardín y que las rosas crecían cada que
sus familiares hicieran cosas buenas y fueran felices, un día Francesco estaba en su jardín y sentado en su árbol preferido vio que las
rosas de su jardín estaban marchitas y quería saber por qué estaban sus flores
así. Francesco fue con un ángel para que le explicara que pasaba con su jardín,
contestándole el ángel, que en la mesa de su casa había un papel con la hipoteca
de la casa y que si no pagaban les quitarían su hogar y que su familia no la
quería perder por todos los recuerdos que tenían de Francesco y por eso estaban
tristes y preocupados y esto se reflejaba en su jardín.
Francesco con el paso del tiempo y su estancia en el cielo aprendió a reconocer
sus errores y a no estar contando el tiempo, fue cuando conoció al maestro
llamado destino y que Dios le da a cada quien la oportunidad de llevar su
destino y que Francesco fue formando un mapa de su vida con cada decisión que
tomaba y muchas fueron buenas y otras malas y el maestro le dijo que fuera feliz
con las cosas aunque fueran pequeñas.
Después de conocer y aprender muchas cosas de todos sus maestros y los ángeles
se despidió de todos y que esperaba poner en práctica todo lo que le habían
enseñado.

En el libro nos da a entender que la muerte no es sinónimo de fin, sino que siempre queda algún tipo de conexión con aquellos que permanecen en este mundo y que, si uno cree en ello, todo se puede lograr.

Monserrat Cuesta Garcia